viernes, 13 de abril de 2007

Aprender a aprender



Aprender un contenido implica atribuirle un significado, construir una representación o un “modelo mental” del mismo. ¿Cómo podemos hacer esto? El enfoque constructivista entiende que el individuo- en lo que se refiere tanto a los aspectos cognoscitivos y sociales del comportamiento como en los afectivos- es una construcción propia que se va produciendo día a día como resultado de la interacción entre el medio y las disposiciones internas del sujeto.


Esto quiere decir que el conocimiento no es una mera copia de la realidad o una acumulación de contenidos, como parece que muchos están empeñados, sino una construcción del ser humano que se realiza en base a unos esquemas que ya posee de manera previa, y además construye porque quiere y está interesado. De ahí la importancia de la motivación. El niñ@ debe estar motivado y tener una disposición favorable que ayude a relacionar el nuevo material de aprendizaje con lo que ya sabe, para que un aprendizaje significativo se lleve a cabo también es importante que el contenido sea potencialmente significativo.

Uno de las ideas fundamentales de las que parte el enfoque constructivista es que el alumno es quien construye el conocimiento y es el responsable último de su propio proceso de aprendizaje, y de este modo no es únicamente activo cuando manipula, explora, descubre o inventa sino que también lo es cuando lee o escucha las explicaciones del facilitador; otra segunda idea básica es la de que la actividad mental constructiva del alumno se aplica a contenidos que ya están elaborados como resultado de un cierto proceso de construcción a nivel social, es decir, existen de manera previa al niñ@. Y como tercer pilar se tiene en cuenta que el hecho de que la actividad constructiva del alumno se aplique a unos contenidos de aprendizaje preexistentes condiciona el papel que está llamado a desempeñar el facilitador, el cual no se limita a crear las condiciones óptimas para que el alumno despliegue una actividad mental constructiva rica y diversa sino que además debe orientar esta actividad con el fin de que la construcción del alumno se acerque de forma progresiva a lo que significan y representen los contenidos como saberes culturales.

Ante estas ideas las diferentes metodologías de este enfoque creen de vital importancia interrelacionar estos elementos-alumnos, contenido de aprendizaje y facilitador- y no sólo de manera separada.

El facilitador y el alumno gestionan conjuntamente la enseñanza y el aprendizaje en un “proceso de participación guiada”. La gestión conjunta del aprendizaje y la enseñanza es un reflejo de la necesidad de tener siempre en cuenta las interrelaciones entre lo que aportan el profesor, el alumno y el contenido.

Por un lado es necesario que los alumnos desarrollen y aprendan a utilizar estrategias de exploración y descubrimiento, de planificación y control de la actividad; y por otro que el facilitador va a intentar movilizar sus esquemas de conocimientos iniciales, forzando la revisión y el acercamiento progresivo a lo que significan y representan los contenidos de la enseñanza.

De este modo, el acto mismo de aprendizaje se entenderá como un proceso de revisión, modificación, diversificación, coordinación y construcción de esquemas de conocimiento.





Esto es una introducción a grandes rasgos del Enfoque constructivista que iré ampliando en estos días, pero si alguien que conozca el tema (probablemente más que yo, humilde esponja)quiere matizar, completar, sugerir, o simplemente dar su opinión sería muy interesante para poder conocer mejor el tema entre todos. Muchas gracias y un saludo a todo el mundo!

1 comentario:

KrisSS dijo...

Pues en resumen, los que trabajamos, o lo intentamos, desde este enfoque tratamos de que el niñ@ sea el constructor de su aprendizaje. Para ello tenemos en cuenta lo que sabe, lo que quiere saber y dónde y cómo buscar la información. La maestr@ es una guía y facilitadora de recursos altamente significativos para que el aprendizaje también lo sea, se situa un paso por encima de lo que él solo podría aprender, lo que Vigotski llamó la Zona de Desarrollo Próximo.
Los Proyectos de trabajo, Proyectos de vida cotidiana, los rincones y talleres... favorecen la actividad del niñ@, la planificación de su aprendizaje y una construcción significativa no sólo de los conceptos ( saber), sino también de los procedimientos (saber hacer y utilizar) y de las normas, valores y actitudes ( saber valorar).
Cris